Existen detalles en torno a la nueva concesión de parques y escenarios deportivos en el municipio de Ciénaga que aún no se dan a conocer a la opinión pública y por obvias razones se constituye en el principal generador de dudas y especulaciones, porque la entidad encargada de la recuperación y mantenimiento todavía brilla por su ausencia en el ente territorial.
El gobierno anterior anunció que el espíritu de este contrato era sano, proactivo, con una proyección a 20 años, que afectaría poco el presupuesto municipal y plantearía una solución a la problemática de deterioro de los parques y escenarios deportivos con que cuenta la ciudad y el municipio.
Pero más allá de los anuncios, está la realidad, los mencionados parques y escenarios deportivos, no cuentan con una mano amiga, a pesar de la creación de esta concesión que fue “pensada” para precisamente encargarse de estos menesteres.
Voces de la parte sur de Ciénaga expresan su malestar porque por ejemplo el parque Sagrado Corazón de Jesús es caldo de cultivo para la presencia de personajes que nada tienen que ver con el deporte o la recreación ante el galopante deterioro y abandono de este sitio y es por ello que salta la pregunta ¿dónde está la famosa concesión?
Con qué se come esta contratación, de qué rubros municipales se alimenta, cuál es la razón social, quién es su representante legal, cuándo comienza operaciones, dónde están sus oficinas, con qué personal cuenta para el desarrollo de las actividades, son todas inquietudes válidas del conglomerado que asaltan la malicia indígena y la suspicacia del cienaguero.
Son muchas las preguntas y pocas las respuestas que se han encontrado, amén de algunos pronunciamientos del exalcalde Luis Tete Samper que no colmaron las expectativas, ni la inquietud de la ciudadanía, razón por la cual tendrá la nueva administración en cabeza del alcalde Edgardo Pérez Díaz que absolver las dudas sobre tan espinoso tema que al parecer hará mella en partidas presupuestales del deporte y otros ítems que todavía no se conocen abiertamente.
Si bien es cierto Ciénaga está cansada de la desidia administrativa en parques y escenarios deportivos y el contrato aparentemente se pensó para aliviar una problemática, no es menos cierto y preocupante por demás que habiendo un contrato de concesión, aún no se sepa de sus ejecutorias en favor de algún escenario de esta índole en la ciudad o el municipio.
La comunidad cienaguera arrastra un lastre desde hace muchos años con Dolmen y Operadores de la Sierra y ahora parece que se aumenta la pesada carga con esta nueva concesión que lo más seguro es que ya esté preparando las facturas y cuentas de cobro para que la alcaldía pague en contraprestación de un servicio que no se presta.
Son los casos y cosas de nuestra salitrosa, mientras un contrato de semejante magnitud se firma en el municipio, el actual gobierno ha acudido a la intervención de algunos particulares para la recuperación y mantenimiento de parques y escenarios deportivos, es decir empezó Ciénaga a pagar los platos rotos de confiar en este modelo de prestación de servicios cuestionado por su ineficiencia, ineficacia e inoperancia.