Varias familias quedaron con las manos en la cabeza y literalmente en la calle, esperando que las autoridades y la misma ciudadanía se pongan la mano en el corazón y los ayuden a salir adelante de esta calamitosa situación.
Estas familias conformadas por 9 adultos y 14 menores de edad, según María Escorcia, presidente de la junta de acción comunal del sector, requieren con urgencia que se activen las rutas de atención humanitaria de la alcaldía.
El panorama es desgarrador, no hay recursos suficientes para brindarles una vivienda amplia que permita albergar a tantas personas y sólo la solidaridad de los vecinos del sector y los líderes comunales acompañan a estos seres humanos.
El hecho que tuvo ocurrencia en la calle 18 con carrera 37, dejó sin techo a un significativo número de coterráneos, razón por la cual, este jueves 12 de mayo, en horas de la tarde, se encontraban reunidos en un rinconcito del patio de su vivienda quemada, observando el panorama desolador, rogando que no llueva, esperando a la gente de buen corazón de Ciénaga.
En la tarde de este jueves 12 de mayo, también se palpó un trabajo comunitario que hace llorar a cualquiera y que llena de orgullo a quienes pudieron palpar ese gesto humanitario de hacer una colecta entre los vecinos para comprarles unas carpas a las familias damnificadas.
Hay que quitarse el sombrero ante esa labor desinteresada, hay que valorar que aún existen personas con gran vocación de servicio, capaces de mover cielo y tierra con tal de ayudar a sus semejantes.
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