“PADRE DE LA NIÑA LE ABRIÓ LA BOCA AL PELIGROSO ANIMAL Y FUE ASÍ COMO PUDO SALVAR A SU HIJA DE 5 AÑOS DE EDAD”
Por: Omar Salcedo Pabón
La visita de una niña a la casa de su abuela, pudo terminar en tragedia la tarde el domingo 28 de febrero, cuando al interior de la vivienda fue atacada por un perro Pitbull de propiedad de la señora Nancy Ballestas, quien según la madre de la menor, prácticamente le echó las culpas a su nieta de lo sucedido.
Matilde Hernández Chamorro le relató a la Lupa Ciénaga, que ese día llevó a su hija donde su papá, el cual se encontraba en la casa de la abuela de la niña; cuando al interior de la vivienda fue atacada por el perro Pitbull de manera sorpresiva, generándose una situación de pánico y terror; por lo que el peligroso canino le pudiese ocasionar a la menor de edad.
El Pitbull cerró sus poderosas mandíbulas, apretando a la niña Ana Laura Chamorro Hernández, a quien con una fuerza salvaje, arrastraba de un lado al otro; como si fuese una “muñequita de trapo”, poniendo en riesgo la vida del inofensivo ser humano que solo intentaba cubrir, su cara, cuello y partes más delicadas.
El padre de la niña al observar que el perro podría acabar con la vida de su hija, tomó al canino y le abrió la boca al peligroso y enfurecido animal; y fue así como pudo salvar a su ser querido, a quien de inmediato trasladaron a una clínica con la ayuda del vecino Iván Payares.
La niña Ana Laura iba ensangrentada con profundas heridas de colmillo, en pierna derecha y otras no tan profundas en la parte frontal y occipital de la cabeza, mientras que sus padres le pedían a Dios que no fuese de gravedad lo que le estaba pasando.
La madre de la niña que pudo morir atacada por el perro Pitbull, considera que esos caninos tan peligrosos deben permanecer todo el tiempo con bozal, más aún cuando su suegra tiene al animal en su casa de la calle 14 No. 15 – 26; un sector, totalmente residencial, donde incluso muchos niños y jóvenes juegan diariamente en las calles de esa parte de Ciénaga.
Así mismo espera que las autoridades policivas, de salud, de saneamiento ambiental o a quién le competa tomen los correctivos del caso, porque ese día la víctima fue su hija, pero otro día podría ser otra persona y que ojalá no tenga un fatal desenlace, precisando además que su suegra asegura “que si la policía se lleva al perro, también se la tienen que llevar a ella”.
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