Por: Alberto “Tico” Álvarez
Está demostrado que el talón de Aquiles de todos los alcaldes del municipio de Ciénaga ha sido y sigue siendo la ocupación del espacio público en nuestra ciudad. Es un problema que cada día que pasa se agudiza más. Se puede decir que este problema mide el talante de cada administración; y ninguno, hasta el momento, ha tenido la disposición de enfrentarlo y prefieren hacerse los de la vista gorda, mientras transcurre y se agota su gobierno. La consecuencia de esa desatención es el freno que se le pone al desarrollo urbanístico de la ciudad.
Son muchos los espacios públicos ocupados, pero los más afectados son los parques: el del hospital San Cristóbal, el de los Mártires y el del cementerio San Rafael. Este último es el más complicado, pues la mitad de su territorio ha sido urbanizado y hoy se levantan sobre él grandes construcciones comerciales. Nos preguntamos si la actual administración habrá indagado la legitimidad de esas posesiones, o si es que tienen escrituras y hasta radicadas en instrumentos públicos. De raro no tiene nada, todo es posible en este país donde la corrupción ya hizo metástasis.
Debemos reconocer que la ocupación del espacio público es producto de la falta de planeación y del alto desempleo existente en el municipio que según datos recogidos del Plan de Desarrollo Municipal está por encima del 40% de la población activa. Pero no es menos cierto que el espacio público nos pertenece a todos, particularmente el de los parques, destinados a la recreación y el esparcimiento, especialmente a los niños. Este es un problema social, lo reconocemos; pero debemos también entender que la recuperación del espacio público es fundamental para el desarrollo de nuestra ciudad y el bienestar colectivo.
Aclaro que no estoy tratando de influenciar un desalojo forzado. Todo lo contrario, avizorando al gobierno municipal de la necesidad de tomar acciones oportunas que solucionen el problema sin que nadie salga afectado. Es más, la recuperación del espacio público está contemplada en el plan de desarrollo 2016-2019 del actual gobierno, concretamente en el subprograma “DESARROLLO URBANO POSIBLE”, apoyado en el documento Conpes 3718 de 2012 y con dos estrategias muy precisas: estableciendo un programa de recuperación del espacio público e implementando un programa de recuperación y embellecimiento de los cementerios de la zona urbana del municipio y de la iglesia San Juan Bautista.
Necesitamos los cienagueros que la administración municipal empiece a desarrollar estos programas incluidos en el plan de desarrollo porque hasta el momento no conocemos nada al respecto. Que sus textos no se conviertan en sofismas de distracción o palabras de cajón. Que las organizaciones comunales y edilicias ejerzan control y vigilancia a la implementación del plan de desarrollo municipal. Los cienagueros estamos esperando que el tan mencionado plan “Ciénaga, Territorio de lo Posible”, sea en realidad posible. Nos conmueven los discursos del alcalde Pérez; reconocemos que es un buen orador; pero necesitamos pasar de las palabras a los hechos.
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