Por: Edilberto “El Mono” Hernández
Este 19 de junio Gustavo Petro será nuestro presidente…Ciénaga está contigo.
Que no venga a caer más desgracia en nuestro pueblo, más de la que hay, sobre todo si hay complicidad del pueblo, siempre he creído que no necesito ser coronado pero mi pueblo sí, no necesito recompensa más de la que el zapatero que quiere hacer sus zapatos, he venido a proponer mis principios, estoy aquí por un acto de cariño y solidaridad como el que está ejerciendo el doctor Gustavo Petro, con quien me identifico políticamente y por quien votaré e invito a votar este 19 de junio.
Me siento orgulloso de ser Cienaguero. No tengo representación alguna, solo mis nombres y mis apellidos de tradición considerados por todos mis amigos del pueblo como de buenos ciudadanos, un manantial de corazón de amores y de esperanza para ser posible el bienestar donde ha reinado la escasez de los recursos para vivir mejor la vida, donde el campesino ha sido desplazado del campo y donde la siembra de nuestro alimento diario ha sido reemplazado por baldíos y lo que es peor sombras de siembras de cultivos ilícitos desperdiciados en una juventud que lo vale todo en Colombia y en el mundo.

Hay que recuperar la dignidad de nuestro pueblo, el camino de la paz es nuestra realidad que no es la del papel, que no sea la de las muertes cotidianas, los asaltos, el desplazamiento de nuestros campesinos que en cambio eso si es expropiación, la falta de oportunidad para la educación, las altas tasas de intereses de los bancos, la falta de vivienda, la falta de cuidado del medio ambiente, estas dificultades nos entorpecen.
Este es el tamaño de nuestra soledad. Una ventaja que aumenta y cada día se incrementa. Aun vivimos las malas influencias de la hojarasca, pero siento en cambio de que las cosas tomen otro rumbo, que el aire circule, que nuevas tendencias nos propongan por lo menos alivio del hambre, la apertura de la puerta que ha permanecido cerrada para mantener la igualdad en esta sociedad golpeada por los años de guerra, Colombia cambia cuando esté en paz, solo con la paz, podemos reconstruir todo lo que se nos ha negado.
Deseamos nuevos rumbos, para mi pueblo y para Colombia. No me siento aun derrotado por las circunstancias, mi voluntad es en función de que mi gente esté bien. Dios permita que me recuerden en mi pueblo, porque yo los quiero por siempre, el pasado es mi pueblo igual que el presente mi pueblo es mi gran devoción.