Álvaro Herrera vecino del centro penitenciario denunció que la persona encargada del establecimiento, presuntamente permitió un entrenamiento con gases lacrimógenos, sin tener permisos y tampoco tener en cuenta a la comunidad del entorno, sobretodo a la población infantil.
Redacción la Lupa Ciénaga
La denuncia ciudadana establece que varias situaciones se están registrando en la edificación de la antigua cárcel municipal con sede en Ciénaga, entre ellas: la extraña desaparición de las lámparas del alumbrado público, festejos al interior del inmueble y lo más reciente, el entrenamiento con gases lacrimógenos, al parecer por personal del INPEC.
Álvaro Herrera señala que desde hace algún tiempo está viviendo en la edificación una señora, al parecer pensionada del INPEC con su familia, pero reclama, porque no están comportándose a la altura y dentro del marco de la sana convivencia y la buena vecindad.
Explica que en Semana Santa, sobre todo los niños del sector, sintieron los efectos de los gases lacrimógenos que presuntamente fueron lanzados como parte de un entrenamiento al interior del penal, sin tener en cuenta a la comunidad vecina, “algunos niños todavía están afectados”, recalcó.
La Policía fue alertada de la situación y al llegar a la cárcel, se encontró con una actitud grosera por parte de la señora encargada, a la cual le solicitaron una revisión que negó y los permisos para el presunto entrenamiento que tampoco mostró a las autoridades.
El alcalde Edgardo Pérez Díaz y el secretario de gobierno Julio David Alzamora rechazaron esta situación y anunciaron el inicio de la investigación correspondiente para esclarecer de forma definitiva el asunto de la cárcel de Ciénaga que está solicitada ante las directivas del INPEC por parte del gobierno municipal para adelantar un proyecto de carácter social o comunitario.
Indicó el mandatario que fue notificado del hecho por la Policía y concuerda esa versión con la del ciudadano Álvaro Herrera, la señora fue grosera, estaba agresiva y no presentó el permiso para la actividad, por lo tanto se le realizó un comparendo por irrespeto a la autoridad y perturbación a los vecinos del sector.
Agregó que un sector residencial, no puede utilizarse para este tipo de entrenamientos con gases lacrimógenos, o sustancias de cualquier otra índole.
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