Por: Víctor Hugo Vidal Barrios
M.:M.: LOGIA UNION FRATERNAL
Al revisar la historia de la Nueva Granada, en los días de la conquista, encontramos al gobernador y fundador de Cartagena de Indias, el adelantado Don Pedro de Heredia, ostentando sobre su vestidura de guerrero, las insignias masónicas del compás y la escuadra, siendo así el primer masón que puso sus plantas en territorio virgen de América, en donde se creó el Nuevo Reino de Granada.
Fue fundada nuestra Logia “Unión Fraternal” el 27 de agosto de 1887, ligada su génesis a la Masonería de Cartagena de Indias, y por ende, ambas están concatenadas con el desarrollo de la masonería colombiana, antes y después de la independencia.
En ese entonces se reunieron los señores: José Martínez Organizador de la idea y otros hermanos como, José Manuel Ariano, Fernando Díaz, Francisco de Labarcés Perea, José Manuel Arzuaga, Arcadio M. Arzuaga, Antonio García, Victoriano Villa, William Wheller y Francisco Peralta, con la autorización del Supremo Consejo Neogranadino, hoy denominado colombiano, para fundar nuestra augusta institución.
La historia de la Masonería en Ciénaga, se remonta a más de ciento treinta años, y está ligada a la respetable Logia Simbólica Benemérita y Centenaria «Unión Fraternal» del Valle de Ciénaga, que es la logia más antigua del departamento del Magdalena Grande, incluyendo entonces a la Guajira y al Cesar, Institución Masónica Colombiana que el día 27 de agosto de 2017 celebró con gran pompa el 130 aniversario de su fundación, y por ende, de su labor ecuménica durante su tránsito luminoso, en pro del progreso y adelanto de la gran fraternidad universal.
Vale la pena anotar que en ese entonces (1887), con carta constitutiva a bordo, con los permisos y requisitos de la Orden masónica al día, no tenían un Templo donde reunirse, un sitio o punto geométrico, lo hacían en las casas de los diferentes miembros, turnándose las tenidas.
Entre las diversas casas donde se reunían los masones de esa época, están: La “Renaciente” de Genio Votto (Calle 8 con Carrera 11 esquina), Casa de Raúl Riascos, Frente a la antigua casa del Pine Vives en la calle 10 con carrera 17 por el “Callejón del ensueño”, y muchas otras residencias más…
La Logia por razones de orden político estuvo cerrada o mejor en receso, con licencia del Supremo Consejo, de 1899 a 1910.
No obstante este estratégico lapso no menguó el espíritu de lucha de nuestros HH.: MM.: de ese entonces. Vale la pena destacar el gran amor a la causa fraternal de Don Isaac J. Pereira, quien con gran entusiasmo y fervor masónico, impulsó el despertar de la hermandad para salir del marasmo de la transitoria inactividad. Desde ese entonces lideró banderas para la construcción de nuestro actual y hermoso templo masónico.
El lote para que se iniciara esta magna actividad, lo donó el señor Ramón Bolaño Pacheco, también sobresalieron y colaboraron en esta causa: Julio Ahumada, José Antonio Escalona, Guillermo Hernández, Santiago Escalona, Carlos Cotes, Juan B. Barranco, José María Torres, Luis Carlos Díaz Granados, Julio Sales, Alberto González Galindo, Julio Porto G, Antonio Elías, Plinio García Medina, Antonio Castañeda, Enrique Álvarez- Correa y muchos otros que cultivaron la semilla de la hermandad para servir sin importar a quien.
Dada la influencia europea, debido a que muchos inmigrantes que llegaron a nuestras tierras, tenían la facilidad de mandar a sus hijos a estudiar en Europa, sobre todo a Bélgica y Francia, ellos trajeron de su viejo continente la arquitectura, las artes la masonería misma y por ello es la más antigua de nuestra jurisdicción.
La construcción de nuestra actual Logia Unión Fraternal Ciénaga se hizo en cuatro (4) etapas.
La primera piedra para el actual edificio se colocó en el año de 1912, por el Q.:H.: General Ramón Demetrio Morán Henríquez.
A mediados de 1913 se hizo la construcción, aprovechando la presencia del Arquitecto Francés George (Jorge) Julián Carpentier, nacido en Versalles Francia, el 28 de abril de 1884, quien además hizo el Templete de nuestra histórica Plaza del Centenario (con influencia de Versalles, Francia) padre del escritor Alejo Carpentier.
Es bueno aclarar ese dato porque en muchos textos colocan a Eduardo Carpentier, hijo de Alejo Carpentier como el constructor del Templete, y esto es un imposible cronológico, ya que Alejo Carpentier nace en 1904 y en 1913 tiene apenas 9 años de edad, imposible entonces que un hijo suyo fuera el arquitecto constructor… Mientras que George Julián Carpentier, su padre, tenía 29 años.
La cuarta y última etapa se terminó en el año de 1929 (después de la matanza de las bananeras) por nuestro Ven.: H.: M.: José Castillo Blanco.
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