La inseguridad que campea en el municipio de Ciénaga está tocando límites insospechados y lo más preocupante es que está generando desesperanza entre los cienagueros y entre quienes de otras regiones del país, echaron raíces en la segunda ciudad en importancia del departamento del Magdalena.
Redacción La Lupa Ciénaga
No hay autoridad insiste la ciudadanía, no hay liderazgo, no hay acciones contundentes y no se escucha una voz enérgica que invite a creer en nuestros estamentos y en nuestras autoridades.
No podemos avanzar un paso y por culpa de cuatro mequetrefes, retroceder dos, hay que darle un tatequieto a tanta delincuencia, a tanto atraco, a tanta inseguridad.
Las autoridades tienen que tomarse la ciudad, el alcalde con su equipo de gobierno, la policía, el ejército, no pueden seguir encerrándose a planear estrategias, más bien, deben salir a buscar a los culpables de esta zozobra que pocas veces se había visto en Ciénaga.
Actualmente existe un crecimiento exponencial de la desconfianza, de la desesperanza y eso es peligroso que pase en un ente territorial como el nuestro, donde la mejor carta de presentación, la mayor característica era precisamente que todos podíamos “andar” sin problemas en cualquier sector de la ciudad.
Ahora no hay sitio seguro, norte, sur, este y oeste son los corredores del delincuente, son el radio de acción de los atracadores de la moto que dejaron descansar al comercio, pero para variar, se metieron a una vivienda, se metieron con una familia cienaguera.
La ciudadanía siente que está quedando huérfana frente a la escalada delincuencial de los últimos meses, la voz del mandatario municipal no se ha hecho sentir públicamente y eso podría estar dándole a pensar al delincuente que se encuentra en una tierra sin dolientes.
Las ejecutorias del gobierno local no pueden verse empañadas con el accionar de los amigos de lo ajeno, no tiene razón de ser que se esté promoviendo una nueva y mejorada imagen del municipio, pero a la vez, se esté desangrando por dentro, nuestra querida, pero nunca ponderada Ciénaga.
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